martes, 11 de junio de 2013

Confianza en el sí mismo del proceso

Hoy ha sido una jornada importante en Acuario. Porque hoy hemos estado más vivos que nunca. Ha habido formalismo (orden del día, lectura y aprobación del acta, información general, ruegos y preguntas...) pero también debate, risas y hasta un conflicto.

¿Conflicto?

Sí, la esencia (o la tónica general) de la relación humana.

¿Y qué conflicto, concretamente?

Uno nacido de la confianza; pero no sólo de la confianza que nace del conocimiento y aprecio mutuo entre personas, sino de la confianza de unos en las capacidades y potencialidades de otros. Y el conflicto llega cuando una persona cree que no llega a donde se espera de ella y otra llega a pensar que ha pedido demasiado. Es un conflicto real, que puede surgir en las mejores familias, pero que, en este caso, sólo ha servido para una cosa: para justificar este breve post dirigido, en forma de carta, a los protagonistas del día:

Queridos amigos:

Hace unos años tenía prisa: prisa por llegar antes, prisa por hacer las cosas bien, prisa por ser eficaz, prisa por subir. Prisa, prisa, prisa. Eficiencia. Eficacia. Economía. Rapidez. Entonces me ocurrió algo: conocí los teclados por barrido. Comprobé lo que se tardaba en escribir una palabra con ellos. Comprobé la frustración de introducir erróneamente una contraseña, sabiendo que implicaba volver a escribirla a paso de tortuga. Eso me cambió el chip de la velocidad. Tomé una decisión: si era capaz de pedirle un escrito a una persona sin movilidad en las manos ni capacidad vocálica, cuya única vía de acceso al ordenador es el teclado de barrido, tenía que ser capaz de estar a su lado, sin pereza, durante todo el proceso. Aprendí a adaptarme al ritmo. Sin prisa. Y conocí Acuario y cómo las cosas se hacen al ritmo que marcan las personas, no al que exige no se sabe qué presión social. Esta adaptación al ritmo de las personas se basa en algo muy profundo: en la confianza en que las personas pueden. ¿Qué pueden? Cada una, unas determinadas cosas. Pero todas, algo. Y eso es Acuario. ¿Que un día nos frustramos? ¡Pues paciencia con nosotros mismos, que somos humanos! ¿Que un día creemos que no llegamos a no se sabe qué meta? Pues ya lo veremos con mejor ojo mañana, cuando miremos hacia atrás y comprobemos lo que hemos conseguido. Lo importante es el proceso, no el fin. En el proceso, tenemos la oportunidad de ser. Y en el proceso, somos.

Olga, Gema, Canto, Félix, Gabriel, Juan y la libreta de Pilu


No hay comentarios:

Publicar un comentario