martes, 29 de abril de 2014

Centrar la atención en nuestras capacidades

Hoy escribo después de una maravillosa experiencia.

Ayer fui a casa de Sandra, una amiga con parálisis cerebral que escribe poesía, hace montajes e ilustraciones con photoshop y, desde hace poco, fotografía el mundo desde su móvil. Fui para orientarla en cómo crear un blog nuevo. Me había comentado su proyecto por teléfono: "ahora que puedo hacer fotos y vídeos, quiero volcarlos en un blog y compartirlos". El proyecto me encantó, así que quedamos emplazadas para la tarde de ayer.

Estuvimos trabajando toda la tarde y fuimos poco a poco eliminando barreras, resolviendo dificultades y sentando buenas bases para garantizar que Sandra fuera completamente autónoma a la hora de gestionar su blog. Una vez creado el blog, pensado el título y escrita la descripción, llegó el momento de buscar el método idóneo para subir las fotos desde el móvil al blog. Lo encontramos, configuramos adecuadamente el móvil y la aplicación a utilizar (blogger) e hicimos las primeras pruebas. Un éxito :) Sandra me dijo que empezaría a publicar durante el puente, pero no se ha resistido y ha subido ya una foto de presentación que le hizo otra amiga y donde podéis observar perfectamente la adaptación que ha permitido a Sandra hacer fotos.

Grabé un pequeño vídeo de cómo gestiona Sandra sus fotos en el móvil. Con la nariz. ¡Benditas pantallas táctiles!


Uso del móvil con la nariz from Online and Offline on Vimeo.


Esta mañana, durante el desayuno, he enseñado a mis hijos el vídeo y se han quedado completamente asombrados de que se pueda manejar el móvil con la nariz. Obviamente, mi objetivo no era hablar de interfaces táctiles sino de un tema de vital importancia: el de la actitud ante la vida. ¿Por qué Sandra puede hacer todo lo que hace? Porque, en lugar de centrar su atención en sus limitaciones, la ha centrado en sus capacidades. Unas capacidades que le han abierto un mundo de posibilidades. Y Sandra las aprovecha. Si hace años hubiera decidido contemplar sus brazos o sus piernas, se habría dicho a sí misma: "no puedo hacer nada". Si se hubiera puesto a contemplar su bombona de oxígeno, habría pensado: "pobre de mí..." En lugar de eso, Sandra ha decidido explorar en positivo el horizonte de posibilidades que le ofrecen su vida, su mente y su cuerpo. Puede usar la barbilla, puede usar la nariz; y el pecho. Puede hablar, puede soñar, amar, pensar, disfrutar de la música... Puede hacer todo esto porque quiere hacerlo. Y lo hace. De esto he hablado con mis hijos: De que, para ser felices y desarrollarnos al máximo como personas, debemos centrar la atención en nuestras capacidades y posibilidades, no en nuestras carencias y limitaciones. Gracias, amiga Sandra.

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