miércoles, 12 de marzo de 2014

PROHIBIDO RENDIRSE

Por circunstancias de la vida uno puede encontrarse en un momento dado, que algunas de las actividades cotidianas como puede se salir a pasear solo, escribir , comer etc. no las puedes realizar. ¿La razón?, es desconocida. Pero la realidad es que te encuentras incapaz de realizar eso que ante lo hacías sin pensarlo.

Llegado a esa situación a uno le entra ganas de acabar con todo. Y empieza a encerrarse en uno mismo, en decir no pudo esto, no puedo lo otro, y al final sin quererlo uno hace menos cosas de las que en realidad puedes realizar, por miedo a ... por desconfianza en si mismo.

Y ojo, no estoy hablando de ninguna tercera persona, estoy hablado de mí. Desde los años 90, (y ahora tengo los cuarenta y tantos), he estado en gimnasios haciendo musculación, pero sin saber porque, hace ahora prácticamente un año dejé de ir, y no es por ganas, que si que las tengo, sino porque me siento incapaz de ir al polideportivo de mi barrio a realizar los ejercicios que tantas veces había realizado.

¿Qué si fui al medico a ve que me pasaba?. Claro que fui al medico, pero después de realizarme las pruebas correspondientes, no me encontraron nada.

Entonces pensé que no podía estar sin hacer nada, ¡que no me podía rendir!  y empecé a hacer ejercicios en mi casa. Porque en una casa por pequeña que sea, siempre se puede hace un hueco y realizar algo de gimnasia. Empecé realizando ejercicios de suelo, posteriormente con una consola conectada al televisor me puse a jugar al tenis, con el fin de conseguir más equilibrio, y con unos pedales que se guardan debajo de una silla hago bicicleta. Y os puedo asegurar que aunque no estoy como antes, me encuentro mejor que hace un año cuando dejé el gimnasio.

Con este "rollo" que os acabo de contar, quiero deciros que ante las adversidades, no vale el conformismo, no me sirve la rendición, prefiero la lucha, intentar ir hacia adelante, siempre con una coherente prudencia, no vayamos a poner la marcha atrás. Pero siempre mirando hacia el frente, siempre con una visión optimista, que nadie ni nada nos detenga, porque solamente se vive una vez, y esa vez, ¡hay que vivirla!

1 comentario:

  1. Joé, Juan. Me has conmovido. He entrado al blog con la idea de publicar la entrada sobre la Asamblea General de ayer y esperando no encontrar nada nuevo... ¡Qué error el mío y qué gran sorpresa la que me he encontrado! Te agradezco personalmente el mensaje de ánimo y de prudencia ante la posible marcha atrás que puede derivarse de un "dejarse apagar" uno, como quien no quiere la cosa, poquito a poquito, como las velas.

    Buenísima reflexión para meditar y tener bien presente en nuestro día a día.

    Un abrazo,
    P.

    ResponderEliminar